Raúl Bonilla

Diciembre 18

I

Llevo varias horas con el cuaderno abierto 

Mi vista no se puede apartar de la hoja en blanco 

Mi mano derecha está adolorida sosteniendo el lápiz 

La hoja espera estar viva gracias a mis palabras 

 

Pero no hay vida en este cuaderno 

No hay palabras, metáforas o rimas 

Solo un espacio vacío esperando engendrar prosa en los renglones 

Pero la semilla que da vida no germina 

 

La carta esperaba nacer 

Entre la luz de la luna al anochecer 

Pero no ha podido llegar a ser

Y ya nos acercamos al amanecer 

 

Había palabras en mi cabeza al atardecer 

Y todas decidieron abandonar este cuerpo 

Las ideas escogidas para describir mis esperanzas 

Viajaron por el océano hasta un nuevo puerto 

 

Hay muchas epístolas en esta época

Viajan al norte con deseos infantiles 

La mía no era tanto de esa clase, hace mucho que no es así 

Pero pretendía alegrar 

Quería llegar a ser… 

 

II 

La sala infantil del hospital estaba llena 

Una concurrida audiencia 

Niños absortos en la lectura 

Concentrados en mi voz que daba vida a las historias navideñas 

Sus ojos ya no estaban tristes

Pero mi voz se quebró más de una vez

Al ver rostros alegres a pesar de sus dificultades 

 

Ella me mira con ternura 

Y yo sigo los renglones con mi dedo

Mágicas aventuras que están llenas del espíritu navideño 

Cada año es un poco más difícil

Especialmente cuando me entero que algunos pierden la lucha 

Ojalá mi voz llegue hasta el cielo 

 

Al terminar, los aplausos y las risas llenan mis ojos de lágrimas 

Es un año más con la misión cumplida 

 

En la noche vamos al centro de la ciudad 

Hay una cuenta regresiva seguida de aplausos

Es la iluminación del árbol de Navidad 

Espero que las luces lleguen hasta el cielo 

Y que mis pequeños amigos las vean junto con los ángeles 

 

A todos los recuerdo

Por una noche sus rostros fueron alegres

Ahora ya no hay sufrimiento 

Oigo sus tiernas voces al soplar el viento 

 

III

Hay una tierra más allá del tiempo 

Escribiré de ella algún día 

La visitas en sueños 

Es un mundo onírico que cambia constantemente 

 

Puedes ir cuando quieras 

Vivir en sus ciudades 

Explorar sus paisajes 

 

Desde la costa hasta las montañas del fin

Hay muchas rutas posibles 

Caminos difíciles 

Te guían las estrellas 

No temas a los dragones 

Ni a los viejos parajes 

 

Dibujaré un mapa para que puedas guiarte 

En esta tierra extraña

Que te llama desde otra dimensión 

Para experimentar una vida diferente