para...Aída
…y que solos estaban tus ojos
muy cerca de mi desvarío,
porque solos estaban y llenos
de un nocturno amor
-como el mío-
…y que triste la noche quedaba
como un cementerio desolado y frío,
porque te habías ido y tus ojos no estaban
cerca de los míos
…mi cuerpo se enfría con las horas
en que te has marchado de mi lado
vida,
tu mirada es el fuego que falta
y en humo vuelve mi melancolía
...por eso antenoche me quedé tan solo
y sólo el aroma quedó del perfume
cuando entonces acerqué mi boca
a tu cuello fresco
quedó ese aroma…como un sortilegio.