Seis meses cumplió mi nieta,
antes de entrar el otoño;
Julia nació en primavera
ya pasado el equinoccio.
Seis meses cumplió mi nieta,
ya es una linda mocita,
es vivaracha y despierta
y ebulle su cabecita.
Seis meses ya, el tiempo vuela
y el tren de la vida apremia,
mi nieta empieza en la escuela,
toda una nueva experiencia.
Es su primera excursión
fuera del nicho materno,
que le brinda la ocasión
de adaptarse al mundo externo,
en estrecha relación
con otros niños, colegas,
y de ampliar la colección
de virus y de bacterias.
Con todo por aprender,
y retentiva infinita
va a comenzar a entrever
en qué consiste la vida
y a empezar por los cimientos
su sólida construcción,
basada en conocimientos
y una buena educación.
Socializarse es la base
de una buena adaptación:
aprender a controlarse,
tolerar la frustración,
los hábitos forjadores
de un adecuado carácter,
asumir ciertos valores
del entorno del que es parte,
y aprender a ejercitar
la crítica constructiva,
ciertos valores quizá
no deban pasar la criba.
Aunque veo a Julia fuerte
y lista y creo que acierto,
también necesita suerte
para arribar a buen puerto.
Y esa suerte le deseo
a Julia, mi nieta hermosa,
suerte mediante, la veo
capaz de hacer grandes cosas.
© Xabier Abando, 14/10/2022