El origen del inverano
Casado con la soledad
Un silencio llano es el anillo de mi fe
Como una piedra entre la retina
El pie de Aquiles se profano
El delirio de mis manos
Un juego de mil veces a la torpedad manzanal
Mirándome a la agudeza de mis dedos
Solo persigno mi lastima por un futuro mejor
La desesperación espía de mi deseo
Jedife, existirá el día al sueño que siempre quise?
Toma mi lápiz, enséñame a deditrar
A olvidar como un barrendero mis energías falsas.
Me tomo de antisocial, no es por nuez
Es por decadencia a la pena estable y derrocadora
Aun así con la menestra en la cara
Mentado por la tachura hepática, me sigo apelando a grossa fe
Si los problemas, fueran peones de mis ojos
Mi guillotina, violador de penas
Haría del dolor
Un canto bello, himno de victoria y recapacitación
A todo mal, dedico mis manos
Porque la destrucción es su castillante afecto a el.
Autor: Gaury.