B. Yuste

Carta de una madre a su hijo fallecido

Tiempos ha, que me dejaste

En dos, el alma partida

De mi lado te marchaste

Sin siquiera, despedida.

 

Y el vacío provocaste,

En mi alma dolorida,

La que siempre, rebosaste

Dando sentido, a mi vida.

 

El amor, que tú me dabas,

El amor que te tenía,

Es como un cuento de hadas

Perdido ya en la lejanía.

 

Ausente estás de ésta vida,

Pero no, en mi pensamiento

Te recuerdo, noche y día

No te olvido, ni un momento.

 

El destino, te escogió,

Con injusticia inaudita

Y tu joven vida, segó,

Con crueldad infinita.

 

No confío en lo divino,

Pero, presiento que existe,

El cielo, como el destino

Del ángel, que siempre fuiste.

 

¿Sabes hijo que.....?

 

Tus cosas yo las conservo

Con un infinito amor,

Y las miro, y las observo

Aunque, me causen dolor.

 

¡Qué cosas, qué recuerdos!

No lo puedo remediar,

Unos malos, otros buenos,

Ninguno quiero olvidar.

 

En fin...mi hijo amado,

Tengo ya que terminar,

Que seguro estás cansado,

Y te tendrás que acostar.

 

Me despido ya, mi niño

Recibe de tu mamá,

Todo mi amor y cariño,

No te olvidare jamás.

 

Por siempre tuya......

Mamá.

 

B. Jesús Yuste Calderón