Tiempos ha, que me dejaste
En dos, el alma partida
De mi lado te marchaste
Sin siquiera, despedida.
Y el vacío provocaste,
En mi alma dolorida,
La que siempre, rebosaste
Dando sentido, a mi vida.
El amor, que tú me dabas,
El amor que te tenía,
Es como un cuento de hadas
Perdido ya en la lejanía.
Ausente estás de ésta vida,
Pero no, en mi pensamiento
Te recuerdo, noche y día
No te olvido, ni un momento.
El destino, te escogió,
Con injusticia inaudita
Y tu joven vida, segó,
Con crueldad infinita.
No confío en lo divino,
Pero, presiento que existe,
El cielo, como el destino
Del ángel, que siempre fuiste.
¿Sabes hijo que.....?
Tus cosas yo las conservo
Con un infinito amor,
Y las miro, y las observo
Aunque, me causen dolor.
¡Qué cosas, qué recuerdos!
No lo puedo remediar,
Unos malos, otros buenos,
Ninguno quiero olvidar.
En fin...mi hijo amado,
Tengo ya que terminar,
Que seguro estás cansado,
Y te tendrás que acostar.
Me despido ya, mi niño
Recibe de tu mamá,
Todo mi amor y cariño,
No te olvidare jamás.
Por siempre tuya......
Mamá.
B. Jesús Yuste Calderón