Es el muro de este espanto
que me abduce el pensamiento.
La tierra es mi lecho,
las nubes mi resguardo.
El tiempo se quema lento
a las puertas de palacio.
Escurro un sentimiento
de mi trapo más que sucio,
interno mi lamento,
un sentimiento pasado de angustia.
En la oscuridad
me imagino aún.
Presento mi renuncia
a todo en la vida
si es sin ti.
La búsqueda termina
próximamente en el infinito...
Un manto de irrealidad
riega aquí abajo las formas.
Te espero fumándome el mundo,
el ciclo vegetativo
de los seres nocturnos;
me abordan las olas,
a mi alrededor todo en conjunto
mi atención absorbe.