Deshonor e insolencia.
Hay bastante descaro
en tu actitud deslumbrante,
se que no tienes ningún reparo
ni tampoco pena de ser indescente.
Tu dolor no causo mi cicatriz,
tu sufrimiento no es mi peso ni culpa,
se que resurgire como el fenix
sin que me vuelvas a ahogar en tus penurias.
La luna nunca brillara
por tu estupidez anunciada
que se cuela en mi ventana
y me vuelve sal y agua el alma.
Los dias nunca seran provechosos,
las noches nunca seran placenteras,
volviendose los años inadvertidos,
en tus locuras desvariadas.