Esas manos de madre soñadora,
manos curtidas de una vida, marchitas
como las rosas al acaecer de la vida,
Manos de modista progenitora
y creadora de sueños adolescentes,
ribeteadora de los deseos de tus niñas.
Manos fuertes dobladoras de telas
inocentes, telas de hilos, corchetes
y dobladillos, manos lucientes.
Manos que han cosido, hilvanado
manos que oprimen los sueños
bajo a luz de la luciérnagas
manos por las que corre la tinta
que ha escrito el libro de su vida,
manos inquietas y temblorosas
Manos curtidas de amores
Manos que han purificado
la vida de su querida prole.
Manos que trituran pensamientos
en el olvido, agitadas manos que
hablan susurrando, murmurando.
¿Cuántas vidas apretadas, asidas
con el corazón partido? Con tus manos
nos devuelves ternura, amor y cariño.