Tu historia y la mía,
Dos cuentos paralelos.
Que un día parecía,
Que serían eternos.
Te miro, me miras,
Y no nos conocemos,
Tú sigues, yo sigo,
Cada uno con lo nuestro.
Pero llega la noche y todavía te pienso,
Y aunque intente negarlo, aún te echo de menos.
Me rompo al escribirte y pienso que soy idiota,
Por querer entenderte y justificar tu historia.
Y como duele todo cuando nunca fuimos nada,
Aunque sé que por mi parte, no me faltaron ganas.
Yo no sé dejar ir y tú no te vas del todo,
Pero sé que en futuro, ya no quiero un “nosotros”.
Me obligo a no pensarte, sé que no tiene sentido.
Y sé bien que algún día, se cerrará este libro.
No robarás mi tiempo, no dueles como antes,
Dejo atrás lo que sentimos,
Si eso me ayuda a olvidarte.
Quédate mi ropa, no la quiero de vuelta,
No pierdas una tarde, por venir a traerla.
Quédate el recuerdo de alguien que le importabas,
Aunque lo que te daba,
No es lo mismo que lo que buscabas.