A veces
se cansa uno
de esta guerra inútil
donde se sabe
de primera mano el resultado
y se llega a extremos insospechados
para llegar al mismo resultado.
Son témpanos de hielo, ya, tus brazos
sobre mi cuerpo y sus derivaciones; es decir,
más brazos y más piernas inútiles.
Se mira uno el ombligo
como un delicado mobiliario amoroso:
sobre él patinan sombras y monstruos
del pasado-.
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