Suena la lluvia
que llega a los cristales
en madrugada.
También hay viento
que empuja las ventanas
y algunas puertas.
Es el invierno,
me digo mientras tiemblo
entre las sábanas.
Atrás quedó
un año como tantos:
\"el veintidós\".
Otro da paso
y empieza a desplegarse
ante los ojos.
Trae promesas,
regalos y recuerdos.
No sé qué haremos.
Ciclos de vida,
segmentos y retales,
de la conciencia.
Vamos dejando
cenizas y rescoldos
de nuestros pasos.
No sé si es bueno
mirar atrás, en busca
de los recuerdos.
O no hacer caso,
seguir siempre adelante,
mal que nos pese.
De todas formas,
la vida es una sola
y no repite.
Quizás se deba
vivir intensamente
con quien tú quieras.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/01/23