Incómodo se muestra el poeta
en su afán de sentirse cómodo con la poesía.
Inquieto y celoso de sus rimas,
buscando en su mundo la letra precisa.
Si, debe moverse, salir, romper, estrujar, convertir…
y luego ensamblarlo todo,
para sentarse en paz a contemplar.
Un equilibrista del lenguaje.
Un perfumador del alma.
Un sembrador incansable de semillas de amor.
Deseo que siempre te sientas incómodo poeta.
También deseo, que tu obra te parezca inconclusa.
Y por último, deseo que aún en tu quietud,
resultes ser el más inquieto de los mortales.
Porque los Dioses han establecido que en la incomodidad germine la poesía.