!Cuanto han caminado mis pies ¡ tristemente, con los ojos puestos en el cielo, lloro sin consuelo. ! Oh mi Dios¡ ¿ que habra mas allá del oceano?
Quiza arena. Arena blanca y calida en la cual reposara mi rostro.
Pusiste alas a mis miedo.
me diste sed como prueba de tu bondad para asi darme vid, jugo dulce que hidrata mi alma.