Entre la ruta del cataclismo
siempre supero sus nubarrones;
llevo en el alma, de amor canciones
plenas de aliento y de optimismo.
Nunca me fío del mesianismo;
siempre dirige mis ilusiones
verde esperanza, sin religiones,
ni la utopía de algún deísmo.
Soy de la vida su caminante
siempre surcando camino incierto,
voy por su senda sin mucha prisa.
Puede mi barca, con fe constante,
llegue a la meta de bello puerto
donde me ofrezcan , de paz su brisa.
Autor: Aníbal Rodríguez.