MORIR DE AMOR
(05/01/023)
De esa mujer dicen que, murió de amor por un hombre galante que, se hizo su dueño con su culta rima embriagante y en una bella rosa la convirtió que, con sus humedecidas caricias hasta de su respiración se adueñó. Dicen los que, la conocieron que él le realizó todos sus sueños que, transformó su piel por entero y que, sólo a su lado brotaban en torbellinos sus deseos.
Dicen aquellos que la vieron que, él la adornaba con embelesos que, le respiraba susurros en su cuerpo y todos los días le decía un pegajoso- ¡AMOR, TE QUIERO! Que le elevaba con dulzor sus quimeras en aleteos, para vivir su intimidad en instantes sin tiempo, entre paisajes secretos de cielos. Que ella lo amó con amor certero, pero él un día deslizándose sin saberlo, la dejó y se alzó en veloces vuelos, esquivando sus encuentros.
Dicen los que la conocieron que, una tarde esperándolo en el huerto entre lamentos, el viento se enredó entre sus cabellos sueltos. Bajo la sombra del duraznero se recostó y que, al salir el sol tempranero, vestida con encajes nuevos yacía en el suelo, ya sin aliento. Sólo dejó humedecido un poema con aromas de sus letras cubierto , ellos se amaban casi en secreto. Poema que, todos leyeron con tristeza en aquel pueblo.
\"Enséñame tú que sabes
el lenguaje de la brisa
el idioma de las aves
la sinrazón de la herida.
Enséñame tú que sabes
cómo caminar tus versos
¿A dónde irán tus cantares
surcando los mares nuevos?
Hoy le he puesto lirios blancos
a mis boleros en su canto
así te sonarán perfumados
en tu pasión de poeta amado.\"
Dicen los que van por el sendero que, siempre crecen lirios nuevos bajo la
sombra de aquel duraznero y que las flores recogen lágrimas, lágrimas que caen desde el lucero.
Poemas de Pepita Fernández
(Argentina)
05/01/23