Palacio Monasterio mausoleo
por católicos reyes creado
para dominicos su cuidado
bellamente ornamentado.
Con retablo y capillas adyacentes
para suspicaces oradores penitentes.
Con sobrios claustros:
noviciado, silencio y de reyes.
Placenteros lugares de sosiego
para místicos moradores.
El Santo Oficio lo ha tomado
para descanso de su más leal
Inquisidor loado.
Cenobio de ilustres personajes
de hábitos encontrados y de reyes engalanado.
Sepulcro de príncipe encantado,
de mármol sutilmente labrado,
vilmente saqueado por infames gabachos
despiadados.