ALEA IACTA EST
Amianto lunático de centollo,
acapara mi corazón de parturienta granada.
Neonatos rubíes de áurea alma, que…
curiosos del abismo,
desafían la neurótica gravedad,
pausando en el suspendido instante
umbilical de la existencia.
(Tic, tac, tic, tac)
Caldera vesubiana
de triangulares marfiles, que…
bostezando,
proyecta claridad
sobre hambrientas entrañas
de longevo cocodrilo en guardia.
(Tic, tac, tic)
El péndulo empuja granos de arena
hasta el borde de la angostura, que…
se precipitan sobre la cúspide
de la pirámide del pasado.
(Tac, tic)
El tiempo, en nebulosa disipado,
alcanza su fin:
(Tac)
La Nada.