MIGUEL CARLOS VILLAR

ALEA IACTA EST

 

ALEA IACTA EST

 

 

Amianto lunático  de centollo,

acapara mi corazón  de parturienta granada.

Neonatos rubíes de áurea alma, que…

curiosos del abismo,

desafían la neurótica gravedad,

pausando en el suspendido instante

umbilical de la existencia.

 

(Tic, tac, tic, tac)

 

Caldera vesubiana

de triangulares marfiles, que…

bostezando,

proyecta claridad

sobre hambrientas entrañas

de longevo cocodrilo en guardia.

 

(Tic, tac, tic)

 

El péndulo empuja granos de arena

hasta el borde de la angostura, que…

se precipitan sobre la cúspide

de la pirámide del pasado.

 

(Tac, tic)

 

El tiempo, en nebulosa disipado,

alcanza su fin:

(Tac)

La Nada.