No insistiré
buscando lo imposible
tras una sombra.
Solo son sueños,
decía el subconsciente,
y yo dudaba.
Quería ver
aquello que no existe,
salvo en mis sueños.
Quería estar
sintiendo tus latidos
en mi costado.
Quería ser
la sombra de tu cuerpo
mientras caminas.
Quería amar
aquello que tú amas,
desde el silencio.
Pero, lo sé.
Estoy equivocado
y tú no existes.
Eres un sueño,
quizás una utopía
y un verso suelto.
Fuiste promesa
y luz en las mañanas,
y una ilusión.
Pero despierto
y miro entre las sombras.
Me encuentro solo.
No insistiré
amor, si así lo quieres,
sal de mis sueños.
Rafael Sánchez Ortega ©
06/01/23