Quizas sea tarde
para salvar los platos rotos
que volaron por la ventana,
buscando al culpable
Quizas nuestro tiempo
se haya agotado
y el reloj de arena
ya corre al revés
Puede que ya no quieras
enfrentar al viento
y a las malas lenguas
que te escupen las heridas
Pero no me pida que no pelee
por salvar un corazón
de las telarañas que pusiste alli
Donde todavia hay pulso,
hay flores en potencial
y el devenir de la primavera,
hay que arrancarlo con los dientes.