Los recuerdos son las astros errantes
suspendidos en lo negro del cielo,
en esa oscuridad hayan consuelo
a sus lágrimas, rocío de diamantes.
Donde la luz con sombra como amantes
ocultan al plenilunio su anhelo,
descienden sus frutos al suelo
cansados y satisfechos, jadeantes.
Una mirada sin voz, sin aliento
asciende trémula entre los rosales
libera sus blancas alas al viento.
Te respiro aura azul en mis males
te toco, te veo, te quiero, te siento
aquí, en mis horas interminables.