Haz Ámbar

Por cada encierro injusto

Esto que escribo

es para ti

la última carta

de un corazón cansado

de latir sin esperanza. 

Soy yo de nuevo

llamando a tu puerta

en mitad de la noche

y puede que tal vez mañana ya no me acuerde

de nada pero

al menos quedaré seguro de si me quieres

o no soy más que un entretenimiento tuyo... 

Llego finalmente al punto

en que se derrumba todo mi mundo

y tan solo yo me quedo

con el alma de luto

por cada encierro injusto

en el ápice sereno

de este siempre eterno disgusto

que me trae aún abajo

en la vida mucho. 

 

Ya no quiero un beso tuyo... 

Lentamente me destruyo. 

 

Qué me miran las estrellas 

en esta esquina sin regreso. 

El mar se agita turbio

y trae al monstruo de mis sueños 

mientras respiro el humo calmo

y piso el sentimiento

con un atisbo de razón

en mitad del mundo muerto. 

No llevo la cuenta de mis errores, 

ni de los días que duró el terror... 

Tal vez existo por ti tan sólo 

que al fin compruebas

que no estoy tan loco

pero que me pueden las tensiones

llevar al fondo... 

No encuentro sentido

al porqué me escondo

en el escritorio

para el avance aún sin código.