Irremediablemente te amo, a sabiendas de que un día te tendré que olvidar,
que debería comenzar a hacerlo;
esta sensación que no nos lleva a nada,
así como un día comenzó,
ineludiblemente tendrá fin,
puesto que el enamoramiento fue hermoso,
el olvido será doloroso por lo que solo queda aceptar lo inaceptable; y decirnos adiós.
Sin olvidarnos, sin poder estar juntos y consumar este amor,
el tiempo pasará y solo seremos un hermoso recuerdo de una casualidad,
la más hermosa de las casualidades.
Quedaremos en un recuerdo, de esos que se alojan en el corazón pero…
se borran de la memoria, pues el recordar, lejos de rememorar la felicidad,
llegará con tristeza, así pues con ella la bienaventurada nostalgia de un amor.
Los besos quedaran tatuados en la piel, en la tuya y en la mía pero sobre todo,
en mi alma de manera memorable,
estoy seguro que han quedado tan impregnados que, si existe la vida después de la muerte,
ahí seguirán marcados, recordando siempre un abolido amor.