noldo

El amor muerto

Ha sucumbido el amor,
las cenizas del olvido,
de aquel jardín florecido
cubrieron su última flor

Telarañas de distancia,
sueños muertos desgarrados,
muñones acobardados,
reemplazaron su fragancia

Espectros enardecidos
se enseñorean aviesos,
espantando aquellos besos
que huyen despavoridos

No existe calma y sosiego.
La angustia desesperada,
y el vacío en la mirada,
y el alma entera en un ruego

Que acabe pronto el suplicio,
que de nuevo el sol me alcance,
y las aves del romance,
me alegren con su bullicio

Alejando la tristeza,
de mi alma apesadumbrada
Que haya brillo en mi mirada
y altivez en mi cabeza