Veo a las olas
que llegan, elegantes,
hasta la playa.
Allí se extienden
y duermen en el lecho
con las arenas.
Verán, de noche,
la luna y las estrellas
y algún cometa.
Se dormirán
con nanas y canciones
de las resacas.
Quizás despierten,
un rato, a las sirenas,
sus compañeras.
Y es que en los sueños,
las olas y sirenas,
van de la mano.
Piensas en ello,
poeta pensativo,
que aquí te acercas.
Buscas el verso
y el verbo que contienen
esas leyendas.
Porque el poema
se teje con paciencia
y letra a letra.
\"Veo a las olas
y sueño con sus versos.
Los hago míos.\"
Rafael Sánchez Ortega ©
08/01/23