La vida me ha brindado amores y desdichas,
algunos los he tomado y a otros despreciados,
soy un simple mortal que a diario se equivoca
pido perdón a quienes en mi tránsito he lastimado…
No siempre supe reconocer lo que tenía a mi lado,
pero también por no herir yo me he alejado,
tan canalla y despreciable tampoco he sido
pues nunca busqué por gusto propio hacer daño…
Una línea muy delgada divide la alegría,
a un costado los placeres temporales,
al otro lado los amores permanentes
y entre ellos nosotros, los penitentes…
He tratado por todos los medios reconstruirme,
en parte lo he logrado y en otras es muy difícil,
he querido con mis penas y olvidos reconciliarme,
con algunas he podido y con otras, irreconciliable…
Creo que por fin con mi vida me he resignado,
he comprendido que eso es lo que me ha tocado,
para bien y mal, así, perfectamente planeado,
no seré yo, quien recrimine mi propio pasado…
No reflexiones mi poesía...vívela