Cual quetzales que emprenden libre vuelo,
son mis versos un canto libertario;
donde fulge de paz un claro cielo
con aroma de místico incensario.
Siempre cargan, de amor el fino velo
y las notas del sueño milenario;
que cobija del mundo el grande anhelo
que injusticia termine su calvario.
Con su luz transparente diseminan,
de la fe, sus magníficos bagajes;
que pregonan que fuerte ya germinan
de justicia sus cálidos ropajes;
y que rayos excelsos iluminan
de los pueblos sus férvidos corajes.
Autor: Aníbal Rodríguez.