Lloro porque los quiero
y los amo también,
porque deseo su bien:
porque nací sincero;
porque triunfen prefiero
renunciar a mi Edén.
lo que quiero es que estén
como un fuerte guerrero;
sé que a veces soy duro,
un tirano traidor,
mas, si algo aseguro,
que todo es por amor:
raudo, siempre me apuro,
a sanar su dolor...