El otoño vuela en tus alas
cada vez que bailas por los aires,
pasando así las horas largas,
danzando de flor en flor y ventanales.
Vistes puntos blancos,
siempre fina y elegante,
dejas tu huella en los bancos
con néctar y polen brillante.
Tus cambios te llenan de elogios;
ya que, siendo tan pequeña en el suelo,
ahora surcas cielos gloriosos.