Adoro tus pausas, las que describe tu silencio,
cada verso que escribes con el corazón, me imagino allí
dentro tuyo, de tu sangre, de tu boca.
Adoro tus ensayos, los que provocan complicidad
despliegan tanto amor, que impregnan mi corazón
de sangre gitana.
Adoro tu arte, el que dedicas la vida con tus manos,
las que acarician almas y saben de dolor
por ello admiro tu entereza, la que entregas a sus almas
con la esperanza de saber que sus vidas son tan valiosas.
Gitana mía, adoro cuando desapareces
como un ángel entre las nubes,
y cada arcoíris que veo hacia el sur
me enseña tu refugio,
allí será entonces
el lugar donde te encontraré.