La Locura es hermana de la estupidez y esta es la madre de los errores, y aunque ayer me caí violentamente sobre mis recuerdos, soy el autor desconocido de mi pasado. Con el amargo sabor del café sé borraron todos los dulces besos que recibió mis labios de tus labios.
La culpa es del desierto del tiempo, pues soy un viajero cerca de su inevitable destino.
Los límites que dividen la vida de la muerte son, en el mejor de los casos, sombríos.
¿ Quién dirá dónde termina uno y dónde comienza el otro?
Quisiera antes que sea tarde bailar contigo un Vals aunque sea descalzo sobre los cristales rotos.
Manuel Lorente
Seudónimo
Mael Lorens
Reservado el derecho de autor
Enero 2023