Hoy te digo adiós mientras me ahogo en pena. Cumpliré mi condena de estar lejos de vos. Hoy te digo adiós y me iré lentamente. Me iré de repente por el bien de los dos. Hoy no sé dónde iré, pero aquí no me quedo. Pues, el destino, con su dedo, me señaló la salida. Hoy será mi partida y si algún día nos vemos, será un nuevo estreno, una nueva vida.
Hoy me iré despacio, con mi dolor a cuesta, voy lleno de dudas y sin llevar respuesta. Caminaré sin pausa hacia un lugar lejano. Te dejaré todo lo sano que coseché para ti. Si te olvidas de mí, lo entenderé en seguida, porque esta partida es por lo que no te di.
En algún lugar de la tierra recordaré tus besos. Recordaré todo eso que fuimos juntos, un día. Y viviré cada día soportando el dolor... recordando tu amor hasta que llegue mi muerte.