Pobre infeliz, quien cree que estoy loca.
Si sufre mi locura, su condena.
No hay loca más feliz; no guardo pena.
Su pena es la que a mí, pena provoca.
Dibujo mi locura en cada verso
que entrego, con mi luz, al mundo entero.
Mi musa, con su pluma y su tintero
se adueñaron de mí, de mi universo.
No veo una locura más hermosa
que ser un escultor del sentimiento
tallando su color con luz de rosa.
Y mientras me dé luz el firmamento
iré con mi locura, generosa
pues son mis versos, mi agradecimiento.
Autora: EmitzaSR
De Cuba.