Formulo cada noche
cuando siento mi yo interior
la misma pregunta
en un intento casi sádico
de evidenciar cosas que no veo.
¿Qué hay de bueno en estas cosas?
No lo sé,
tengo una herida tan grande
que no me cabe en el pecho,
mi vaso medio vacío o medio lleno
está por la base medio roto.
Hay apetitos, hay descuidos,
hay circunstancias y lo inmenso que es el día.
Este juego es cruel
y el destino una tragedia.