Cuando el fin haya pasado
de mí todo olvidarán,
mis locuras volverán
a un terreno desolado;
todo aquello que dejamos
será polvo nada más,
y entre ese fuego, quizás
en la nada nos perdamos;
oh, lejanas reflexiones,
tan redundantes suspiros,
tan yertas reclamaciones,
se tornarán sólo olvido;
tantas rimas y pregones
serán espacio perdido...