Y lo sabes, es ella con el tintineo de un voraz relàmpago
con el hambre que convoca al viento, con la prisa de un paraguas suelto,
casi sin uso, arremolinado por la copiosa lluvia de aquel verano.
y aùn convencida de que el tiempo no detiene tu brisa, te vas vestida de cielo,
a buscar despierta a ese amor que sabe de tempestades, de pausas o silencios,
y aùn asì como corolario buscas la sonrisa que te desespera, gitana mìa.