He querido escribir versos de amor,
encontrando el mejor motivo en ti,
la mujer de los labios carmesí,
con sonrisa de cálido sabor.
Tus miradas coquetas me hipnotizan
porque siempre me irradian con presteza,
la alegría de un ser con la agudeza
que momentos de pena ralentizan.
Tu palabra es canción arrulladora,
con arpegios venidos de calmo huerto,
que matizan la vida con acierto,
y me dejan su luz transformadora.
De tu ser se desprende la frescura,
convertida en amor con demasía,
son los dulces que premian cada día,
avalando el vivir esta locura.
Compartir cada instante es ilusión,
alejarse es castigo doloroso,
encontrarse, el momento más hermoso
que desata en mis venas la pasión.