Que me protejan las sábanas, que el frío solo me susurre y que sus abrazos calmen más de lo que me congelan, no es fácil enfrentar las pesadillas y llevar conmigo todas esas sombras, se va a secar la tinta, me quedaré sin palabras, ¿qué podrá ser esa luz roja? Igual es la libertad tintada por el amor y la corrección, para empezar a tachar los errores que una vez fueron baches, tú lo sabes todo, y tienes las alas que una vez formaron parte de mi cuerpo y de la libertad vista por una antigua madurez, poco a poco, lentamente voy elevando mi ánima, escribiendo con los ojos cerrados, apretando la almohada en mi pecho para evitar que se congele mi corazón por el frío.