Ya no importa lo que fuimos juntos
Ni esos delirios que proclamamos
Si ahora se hayan tristes y difuntos
Aquellas voces de amor que dejamos
Fue mucho o muy poco el momento
Cuando nuestros cuerpos bailaban
En ese universo pleno tan nuestro
Que las heridas con mimos sanaban
Acaso el mutuo deseo de amar otra mitad
Llevo al exilio nuestras propias convicciones
Pues en cada acto de amor y entrega mortal
Los egoísmos deseos eran contradicciones
Será que utilizamos nuestro propio miedo
Como la salvación a nuestra expectativa
Que quizás veíamos a la soledad con enredo
Y esa breve sensación de propiedad adictiva