La ejecución de los pecados capitales
Se convirtió en el arte de mis rutinas...
Ahora el accionar malevolento
Es mi pan de cada día...
Modo diablo activado:
Salve a la subliminal doctrina de los violentos hechizos oscuros.
El reino de los cielos, el paraíso celestial
La eterna divinidad
Ya no son para mí...
Y nada de ésto podría importarme menos.
Hoy puedo sentir la maldad dentro de mí...
Siento latentes los muertos que me persiguen
Y los demonios que me tripulan...
Danzando a lo loco, muy loco dentro de mí.
Me he entregado indiscutiblemente al placer con los ojos vendados...
Fiestón macabro;
Me siento tan libre al navegar de vuelta en lo profundo del eclipse
El abismo que me atesora...
Nada como estar en casa.
Me sienta tan bien andar de copas
¿Y qué más da? La vida es rota.
Soy el mejor hasta cuando pierdo
Y cuando toca acepto justo la derrota.
Si nos vamos a morir que entonces valga la pena...
Así que me tomo a pecho el dulce néctar del soberano
Mientras felizmente observo
De cabeza crucificado
Mi serafín descenso a la locura.