La pasión desenfrenada irrumpió groseramente en mi cordura...
y no parece arrepentirse,
el placer me contagio con su algazara...
me provoca,
todo vino de repente,
fue una noche impetuosa...desbordante,
el pretexto fue un chispazo en tu mirada,
activo mis emociones.
Tu figura desafiante me tentaba,
tus contornos esculpidos me avivaban,
y tus curvas modelaban…al compás de mis calientes conjeturas.
No podía contener esa avaricia… por rozar ligeramente tu belleza,
mientras tú con tu malicia… perturbabas mis deseos…
con la pérfida fragancia que regabas.
Un aroma que acelera los instintos reprimidos...
que promueve un deseo atolondrado,
unas ganas de tocarte… con la yema de los dedos… ese cuerpo acelerado.
Embrujaste mis sentidos con farsantes alusiones...
me engañaste,
y caí como rendido… a un costado de tus formas seductoras.
Es la historia de un momento majestuoso...sin medida,
es el tiempo de un fragmento de pecado… que no quiso detenerse,
simplemente procreo su inconsecuencia,
fue un tropiezo afortunado… que nació con tu mirada cautivante...
y tus labios seductores…con su lengua instigadora.
Fue el pretexto de rozar tus suaves manos...
terciopelo que acaricia…con siniestras intenciones.
Me entregue por tus anhelos,
no podría resistirme...
me hice débil...
un juguete de tu sexo,
pues prefiero depender de tus caprichos… a vivir sin tus encantos.
Esa noche tu escribiste sobre mí la atroz sentencia,
sometiste a mi ser a tus antojos,
fue tu voz estimulante que me hablaba,
al oído susurrabas… los placeres más audaces,
imaginaba hacer de ellos…poesía entre tus piernas temblorosas.
Me besaste…impetuosa,
me rozabas con tus labios los perfiles de mi boca,
y tu lengua me buscaba...te sentía empaparme por completo.
Poco a poco me quemabas,
me enredabas con tu cuerpo,
te acercabas imprudente,
me tocabas con tus dedos alargados…
y prendías tus felinas uñas purpura en mi espalda,
y mis manos te encontraban...
devolvían tanto acecho…
manoseándote en legítima defensa,
te buscaban con demencia…en los rincones más sagrados.
Un volcán enardecido se instalaba entre nosotros,
era fuego derretido el que sentía…
por la culpa de tu cuerpo lujurioso… desvestido.
Se sentía el latir de tus visiones…agitarse ferozmente,
parecía que tus pechos me incendiaban...
que tus muslos se entregaban…
a la hoguera de esta euforia desmedida… que inventamos.
El placer se fue avivando irreflexivo,
se volvía más fogoso…con caricias más ardientes,
parecía una experiencia perturbada.
Te mordía tus instancias prominentes y escondidas.
Descubrí tus manantiales abundantes,
al principio los toque con nerviosismo...
los rozaba dócilmente con aguda sutileza,
lentamente los sorbía con un ímpetu grandioso,
desde ahí me alimentabas.
Era parte del comienzo de jugar a ser perpetuo.
No podía controlar mi sensatez por ningún lado...
y mi mente velozmente…te violaba en los rincones más furtivos,
las caricias se tornaban más atroces,
te querían recorrer por todas partes.
Se sentía tu humedad entre mis dedos…
y en mi boca terminaban.
Tus gemidos con los míos solidarios…como un eco…
se encontraban revolcados… entre sabanas febriles.
Empuñaste mi vigor entre tus manos...
y admiraste su exaltada dimensión...
y lo malcriabas con manía...
me apretabas suavemente… hasta el punto de atinarme en el delirio.
No podía suspender el recorrido hacia tu vientre...
un desierto inexistente… que encausaba a un oasis de placeres,
más abajo me encontré con tus sabores...
el embrujo fantaseó sus restricciones,
no podría describir lo que se siente,
es preciso advertirlo en carne propia...
es eterno...sempiterno el deleite que provoca,
experiencia majestuosa...
devorarte a puro beso...
con la lengua desgastando tus pasiones...
sin violencia...con paciencia...poco a poco...
hasta el punto de un gemido delicado.
Mi cabeza entre tus muslos descansados…
recorriendo tus más íntimos extremos.
Y las ganas no paraban...
continuaban por el largo recorrido…de tus piernas depiladas...
hasta el fondo.
Vi colmarse tu hermosura… con la imagen fetichista de tus pies encarcelados… en sandalias de tacones...
nada más extraordinario y seductor para mis ansias...
me sentí perder el juicio...
los tome con devoción entre mis manos...
los bese por muchas veces
mansamente los mimaba.
A tus pies por ser perfectos…me rendí sin ser cobarde...
simplemente me derrotan...me conmueven…me dominan.
De regreso te comía toda entera...
devorando escondites incitados...
más veloz que de bajada.
Yo quería encontrarme con tu ser… en tu sustancia que esperaba enloquecida,
era mi última parada...
y me entre sin avisar...
sin respirar me sujetó en bienvenida.
Fue un momento inmensurable…incontrolable,
no podría describirlo con palabras,
desde ahí mire estallar el erotismo de tu entrega.
Un río ardiente de placeres nos sitiaba...
y explotó tu ser interno,
lo sentí circular mientras gruñías.
Un instante culminante...inconfesable...
fue tu sexo con el mío al mismo tiempo...
embarrados de delicia,
un fluido que no para,
el placer inexplicable que se siente cuando acaba.
Fue sin duda la experiencia más divina...
y solo queda en un suspiro la respuesta...
suspendido en el enigma…
y en la piel estremecida y erizada.
Fue una larga travesía de silencios y arrebatos,
y en el lecho casi exhausto…
contemplé tu complacencia…en tu mirada moribunda…
en tu caricia derrotada.
Tu sonrisa delicada…me insinuó satisfacción por lo vivido.
Y después del excesivo agotamiento...
de seguro en corto tiempo…
volveremos a sentir…otra vez…las mismas ganas.