Me complazco en tu regazo y dejo que todo fluya;
eres la fuente de mis anhelos, luz en la alborada;
la suave brisa que dibuja una sonrisa en mi cara,
estas aquí… y como siempre… te he esperado...
Eres tan asombroso, que cada día me extasías;
estar contigo es vivir a plenitud, intensamente …
siempre me maravillas con tu ingenio intrigante,
me pones a pensar que me depara hoy tu presencia…
Amado mío, siempre me haces anhelarte…
En esa espera que se vuelve en desespero,
me mantiene atada a tu santa voluntad…
eres dueño de mi aliento y mi despertar.