En un cuarto de hotel en Europa
La copa de vino refleja el baile sagrado
Aliento que se congela
Mientras escribo en tu espalda
El antiguo labrado
Te conocí en aquella fiesta
A la que nunca fui invitado
Pero tu mirada fija en mis ojos
Fuego en medio del salón
Me reclamó de inmediato
Sé que tienes que irte
Es parte del encanto
Nunca pregunté tu nombre
Pero el destino sabe bien
Que esto no ha terminado