Raúl Bonilla

Atado

En un cuarto de hotel en Europa 

La copa de vino refleja el baile sagrado 

Aliento que se congela 

Mientras escribo en tu espalda 

El antiguo labrado 

 

Te conocí en aquella fiesta 

A la que nunca fui invitado 

Pero tu mirada fija en mis ojos 

Fuego en medio del salón 

Me reclamó de inmediato 

 

Sé que tienes que irte 

Es parte del encanto 

Nunca pregunté tu nombre 

Pero el destino sabe bien 

Que esto no ha terminado