Lourdes Aguilar

NOCHIPA

Tu belleza que pasa

Alumbrando las aceras largas y grises

Con esa piel tan tersa y suave

Como piel de durazno maduro

Que recubre tus curvas agraciadas

De ninfa traviesa

De ninfa que camina ligera

Sobre corolas de rosas

La acera dichosa es una alfombra

Donde elegante se abre paso una reina

Ninfa de bronce

Cuyos cabellos el viento respetuoso

Con miedo apenas se atreve a pasar

En cuyos cabellos de obsidiana dorada

El sol ha puesto una corona

Quien osara insultar a mi raza

Fulminado caería ante tu deslumbrante belleza

India no es para ti una ofensa

Pues el color lo tienes del oro aleado con cobre

El diamante escondido en la roca profunda

Sale a la luz cuando descubres

Tus dientecitos en sonrisa silvestre

Tus ojos de miel manan continuos

Y ¡Oh, maravilla!

Tus ojos están llenos de glifos

 

Tu boca forma una flor

Y emana perfume en cada palabra

Tus palabras hablan de gloria y dolor

tu lenguaje se niega a morir

su sonido es un temblor de tierra

tierra que replica su regio esplendor

 

Tu caderas están llenos de ritmo

Cascabeles suenan en cada vaivén

La acera es un altar

Donde danzan tus pasos

Mis suspiros son el copal

Que envuelve tu escultural complexión

Mis suspiros son la humilde ofrenda

 Del guerrero abatido en batalla

que al umbral de Mictlán se acerca

Encomendándose a su Diosa amada