Y me atraviesas con esa mirada penetrante
Y se me remueve algo por dentro
No, estas no son mariposas
Ya dejaron de serlo hace mucho tiempo
Ahora son aguijones
Que rasgan mi interior
Como ya lo hiciste tú con el cuerpo y el corazón
Que te ofrecí alguna vez
Por lo que terminé quemando todos tus recuerdos
En la llama del olvido
Cruel, cruel, cruel
Fuiste demasiado cruel conmigo
Pero más cruel
Fue el destino encontrándome contigo
Verdugo de mi alma