Siento la brisa que acompaña el alba.
Un crepúsculo matutino como una suave caricia.
Una contracción involuntaria,
pone mi piel de gallina.
El frío de la mañana,
un estremecimiento que abraza todo mi ser.El lugar donde nací.
¡Que hermoso es despertar!
Un café negro chorreado
Y un pancito recién horneado.
el gallo pinto,
la natilla y la tortilla.
La llaneza de mi gente.
En la zona Occidente.
Nos acunan las montañas del Valle Central.
La costumbre del Rosario,
y un trapiche centenario.
Donde el gallo canta,
y que al sencillo levanta.
Cielos azules y la playa paradisiaca.
Donde un crucero en el Puerto atraca.
Selvas vírgenes y volcanes,
con la fiereza de la madre tierra.
Una catarata que fluye
Con ingentes toneladas de fuerza,
Removiendo profundo la piedra,
y abajo el río sigue su cauce,
Ríos de aguas limpias tan cristalinas.
Mientras los peces nadan entre mis pies.
La simpleza de la vida,
en un cacho de tierra,
entre Pacífico y el Caribe.
Soy el hombre que por fin
Se da cuenta que vive.
Piel morena indígena
de rasgos españoles,
Se olvidan los mil amores.
Mujeres hermosas y curvilineas,
de caritas hermosas y vanidosas.
negra,mulata ,morena, pelirroja y rubia.
Latinas que son la envidia.
Una tierra de ancianos sabios
Y de infantes que pasan jugando.
Donde el yigüirro arrulla su cría en el nido sobre el almendro.
El campesino ara sus tierras
y vive sin preocupación.
Donde el bosque es la Fortuna
Y respiras profundo a todo pulmón.
El máximo exponente,
la quietud de mi mente,
Me reclama por fin
el himno de mi libertad.