Un recuerdo, eso eres siempre en mí,
uno de gran nitidez, y que igual permanece sombrío;
en él tus promesas aún resuenan,
mas no recuerdo ya si te correspondía
con mi corazón, si sentía un arrebato…
quizás sólo ahora pienso que fue así.
Recuerdo que aseguraste caminar
junto a mí en todas las veredas,
mas no recuerdo atravesar los riachuelos
junto a ti en cada uno de mis caminos;
tal vez inventé un falso recuerdo
para pensar que nunca me has dejado,
una justificación para poderte amar,
pero inseparables nunca fuimos
y ahora todos los recuerdos reprimo
porque todas mis expresiones murieron
al sucumbir con desolación bajo el peso
del hastío cuando a ellas renunciaste.