Fue casualidad esa tarde,
yo estaba en mi trabajo tú mujer
caminaba a la orilla del mar,
nosotros subiendo las embarcación
por que el mar estaba ajitado,
de proto me tomé la atribucion
de advertite, cuidado con la rellenada
porque te puede arrastrar lo bonito
fue que sonrientes para mí, desde
ese día surgió una buena amistad
ahora vos y las gaviotas son mi
inspiración en prosa de amor,
porque todas las tardes veo caer
el sol y tu dulce caminar mujer.