Desdicha no es perderse en mediodía
cansado, por un sol indiferente,
que pinte de oro viejo hasta la frente,
como tierra que quiebra en su porfía.
Desdicha no es beber en copa plena,
que rompa de cargar el vino amargo,
con la mente perdida en el letargo
de lágrimas de amor, en luna llena.
Desdicha es que te escriba y no me leas,
sentirte junto a mí, sin tú sentir...
¡Que crea que eres mío y no lo seas!
Desdicha es que no me quieras querer,
que puedas tú decirme y no decir...
¡Que digas que soy tuya y yo no ser!
Autora: EmitzaSR
De Cuba.