TRISTEZA DULCE POR EL AYER
Ayer volví por la tarde
a la campiña de mi infancia
toda ha cambiado, la calle y el aire
los frutales y la acequia con sus fragancias.
El horizonte ya no era el mismo
la brisa había silenciado
algarabías y susurros de niños
ni las aves en sus gorjeos
recitaban nuestros secretos.
Hoy el cielo estaba extraño y sombrío
aquellos viejos olivos
de pétalos aceituneros
deslizaban sus cantos lastimeros.
Aquel dulce membrillar
que de sabores coloreaba
nuestras fantasías y sueños,
el tiempo gris huracanado
de olvido lo ha enlutado.
Anochece y mi alma está tan triste!
las luciérnagas se han mudado
la higuera sin su poema se ha quedado.
Regresé callejón arriba
sin echar mirada atrás
sin árboles, sin brisa, sin risas
con el temblor en los labios
por aquello que una vez
corriendo entre poleos y hierbabuena
tan nuestro fuera ...
Poemas de Pepita Fernández
(Argentina- 2010)