El amor a mi vida un día llego,
¡Oh! Que sorpresa, que maravillas
me dió, pero un día se fué, y sólo
el recuerdo quedó.
Un amor diferente al primero,
por mi camino cruzó,
¡oh! Que cosas me enseñó, ésto
desconocía yo.
Pero un día lo abandoné,
satisfecha relamente quedé.
Pasaba el tiempo, y amores
coloridos a mi vida quisieron entrar.
Pensando en experiencias pasadas,
un test les invite a contestar.
¡Oh! Que contrariedad, el noventa y
nueve por ciento, no conocían la
palabra amor, sólo sabían únicamente
sexo sin pudor.
El uno por ciento que sobresalió,
¡Oh! Que sorpresa , todo contestó.
Todo ofrecía, con ternura, pasión y
amor . Al ver su test que lo reprobé,
me dijo sorprendido ¿por qué?, el
incrédulo aspirante impactado quedó.
Pues nunca se le ocurrió, leer el
membrete del test, que solo
decía: “No soy guardería”
soy “madurez”.